Hace ya tiempo que leíamos en el blog de Fredy Massad y Alicia Guerrero este artículo que habla de los arquitectos de familia: una concepción de la profesión al estilo "Legálitas", donde un grupo de técnicos se asocian para ofrecer un servicio personalizado y enfocado a problemas diarios de los clientes, y no sólo a las escasas ocasiones en que uno va a hacer la obra de su vida. Los modelos que proponen como ejemplo, en Uruguay, o también en México, están muy ligados a los movimientos asociativos de barrio y al compromiso social que a veces tiene la arquitectura. Nos parece una propuesta valiente y muy loable.
Desde la modesta dimensión de nuestro estudio, es una faceta que siempre hemos querido fomentar. Empezando por las consultas que nos hacen los conocidos sobre una grieta que les ha salido en su casa, o sobre qué material emplear para hacer una reparación; intentamos extender esas pequeñas consultas mediante la página Arquiman.
En realidad el común de los mortales sólo se hace una casa una vez en su vida, y reformas alguna vez más; sin embargo son muchas más las ocasiones en que tenemos algún pequeño problema con las instalaciones, o de grietas, o queremos reorganizar los muebles, o cambiar la decoración, y no sabemos que un arquitecto puede ser de mucha ayuda en esos momentos, que puede ahorrarnos dinero, y que no es tan caro como pensamos. Creemos que sólo si los arquitectos ayudamos a la gente en esos momentos podemos acercar la arquitectura a la sociedad, de la que está más alejada de lo que muchos creen, y empezar a cambiar esa imagen de "endiosados" que nos hemos granjeado durante mucho tiempo. Al menos es lo que nosotros intentamos.
Desde la modesta dimensión de nuestro estudio, es una faceta que siempre hemos querido fomentar. Empezando por las consultas que nos hacen los conocidos sobre una grieta que les ha salido en su casa, o sobre qué material emplear para hacer una reparación; intentamos extender esas pequeñas consultas mediante la página Arquiman.
En realidad el común de los mortales sólo se hace una casa una vez en su vida, y reformas alguna vez más; sin embargo son muchas más las ocasiones en que tenemos algún pequeño problema con las instalaciones, o de grietas, o queremos reorganizar los muebles, o cambiar la decoración, y no sabemos que un arquitecto puede ser de mucha ayuda en esos momentos, que puede ahorrarnos dinero, y que no es tan caro como pensamos. Creemos que sólo si los arquitectos ayudamos a la gente en esos momentos podemos acercar la arquitectura a la sociedad, de la que está más alejada de lo que muchos creen, y empezar a cambiar esa imagen de "endiosados" que nos hemos granjeado durante mucho tiempo. Al menos es lo que nosotros intentamos.
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