sábado, 5 de marzo de 2011

¿Sabéis cuando un día oís o leéis una cosa nueva, y en esa semana lo oís cuatro veces más? Es lo que me ha pasado a mí esta semana con José María Sanchez García. La última vez, en el blog Del tirador a la ciudad.
Con ese nombre, la primera vez que lo oí no me decía nada; pero al ver una foto suya caí: fue profesor mío un año cuando daba clase con la unidad docente de Campo Baeza, en la ETSAM.


Tengo muy buen recuerdo de esa unidad docente, de todos sus profesores y de ese curso. Lo que destacaría en todos ellos es su honestidad, tanto como profesores, como en sus proyectos.
Ojeando la página de José María, lo que más veo en sus proyectos es esa honestidad. Lo que ves es lo que hay, y lo que hay lo ves: espacios limpios, luz que entra, una estructura que sujeta el techo y poco más.


Sin necesidad de justificar lo que se construye sin más que con la propia construcción.
En definitiva, me gusta. Y sin duda me gustaría mucho más in situ, así que intentaré visitar alguna obra suya cuando vuelva por Extremadura.